MIS TESOROS

MIS TESOROS
ISA, RAMÓN Y BELÉN

jueves, 31 de diciembre de 2015

Fin de año y noticia


Mis queridos hijos: de sobra sabéis qué deseo deciros en esta noche, última de este 2015
Un año que ha sido para todos  conflictivo, pero que gracias a Dios, y a todos, ya lo tenemos superado.
Que estas fiestas sean, como lo son ahora para nosotros, días de convivencia familiar y paz.
Para terminar el año  esta noticia   periodística que, como le pasaba a papá, os alegrará más que a mí.
Ya sabéis cuánto os quiere vuestra madre.

Un certamen nacional de las letras se dedicará a Isabel Agüera

Fin de año y noticia

Queridos hijos: se caba el año que no ha sido demasiado bueno para mí y tampoco para vosotros que tanto me habéis ayudado y por lo que os estoy mucho más que agradecida. No obstante, como la vida es un vaivén de pequeñas cosas,viven de claros y oscuros, hoy,último día del año, merecéis más que yo, una buena noticia,y os la doy en el siguiente enlace y en la seguridad de que os alegrará más que a  mí, que es lo mismo que le pasaba a papá: cuando algo positivo  me afectaba, hasta lo ponía en el  panel de anuncios de su trabajo.
En fin, mis queridos hijos, de sobra sabéis que pienso  hoy y qué pienso en cada momento.Por eso, nada, pero sí repetiros que os quiero más que a mi vida, y eso también lo sabéis porque, entre otras razones, ya sois los tres,padres, madres.
Y la noticia viene en este enlace periodístico:

Un certamen nacional de las letras se dedicará a Isabel Agüera

jueves, 17 de diciembre de 2015

Esplendor en la hierba, queridos hijos

Muy queridos hijos
Ayer, tomaba café con un amigo mayor que me decía refiriéndose a la cena de Noche Buena: cada vez me gusta menos esta noche. Soy un convidado de piedra: hijos, nietos, más familiares añadidos. Ya no pertenezco a esta generación que lleva las fiestas por otros derroteros, mientras uno solo le queda la nostalgia de otros tiempos. 
Sentí pena, de verdad, mucha pena, porque yo no creo que los mayores seamos convidados de piedra en ningún sitio ni en ocasión alguna. Los mayores pueden, podemos sentir nostalgia de tiempos pasados, pero tal vez lo más positivo y necesario sea guardarlos dónde nadie los vea e incorporarnos a estos.
Es decir, no tratéis, cuando os llegue la hora, de repetir la historia de vuestra vida, trascendiéndola a los jóvenes, sino incorporándoos a la suya en la medida que  os sea posible.

Y al escribir esto me viene, ¡como no!, a la memoria la Noche Buena de mi infancia, cuando mi padre y mi madre al atardecer, y con los siete hijos que somos alrededor de la gran mesa, cantábamos villancicos, se inauguraba el momentazo tan esperado de abrir el cajón de mantecados, se preparaba el pavo en la cocina, olía a dulces caseros, se escuchaba por la calle pandillas niños cantado y pidiendo el aguinaldo…
Después hubo otras noches buenas, en mi vida religiosa –noches inolvidables por mucho s motivos-. Por eso de que Dios escribe derecho en renglones torcidos, llegasteis vosotros, mis queridos hijos, noches con papá que  sé recordáis en silencio, noches de nietos, ahora… ¡Cuántas noches buenas pertenecen ya al pasado! Pasado que me pertenece a mí, a mi generación, a mis tiempos de niña y joven y aunque los recuerdos me asalten y… 

“Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolverme las horas de esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues siempre, la belleza subsiste en el recuerdo".


Y este villancico, Adeste Fideles, mi preferido, y el Aleluya de Hender lo sigo escuchando en la voz de muchos recuerdos ocultos.


Adeste Fideles Concierto de Navidad. Orquesta y Coro ...

viernes, 20 de noviembre de 2015

Nada


 Nada, solo esta preciosa ramita del jardín que me parece una maravilla y os la quiero dedicar con todo mi cariño

viernes, 6 de noviembre de 2015

Más reflexiones

Hoy, Sábado 7 de noviembre de  2015 


La belleza del cielo os dará siempre la dimensión de nuestra nada


Unas frases mías, o reflexiones, si queréis, que son fruto de mi paso por la vida. Si os sirven, bien y si no, mejor porque tendréis vuestras propias reflexiones. 

Signos de la superioridad del hombre son la resistencia al trabajo, a la enfermedad, a los problemas, a la enfermedad y hasta a la propia muerte.

Renovarse no equivale a disfrazarse por dentro y por fuera. Renovarse es ser cada día más humanos, más tolerantes y flexibles, para conscientes de la nada que somos y, no obstante, de nuestra gran trascendencia.

Nada hay más bello que lo auténtico, nada más espectacular que la singularidad. Las fotocopias pueden amontonarse; los originales, no.

No olvidéis, hijos, que para ser tenidos en cuenta, valorados y aceptados por los  poderosos hay que arrodillarse ante su presencia. Lo cual conlleva renunciar a nuestro legítimo derecho de caminar  erguidos enarbolando la magia y la fuerza de  la  libertad

Pero no olvidéis tampoco que los poderosos, que tal precio exigen, son unos pobres necios que han perdido el sentido de la orientación en este nuestro mundo.
En su pobre universo tan sólo puede verse una estrella apagada: PODER.

Articular históricamente el pasado no significa regresarlo como fue. Significa, eso sí, adueñarse de un recuerdo en el instante que brilla un relámpago, porque, a su luz, una imagen de las cosas podrá descubrir y dejar prendida para siempre en vuestra percepción, instantes de felicidad.
Cada cosa, una vez; sólo una vez para vivirla; siempre para recordarla, si en ello habita la paz.

Ni un sólo día  paséis sin mirar al cielo. En él encontraréis siempre  la dimensión de vuestra nada.

A ciegas, con el paracaídas cerrado, no dudéis en arrojaros  al vacío. Veréis que sois semilla de árboles gigantes que pueden llegar a rozar el cielo.  Pero eso sí: notaréis que los necios jardineros se conjurarán contra vosotros; no le hagáis caso; son bonsáis.

No os dejéis llevar jamás por arrebatos de pánico, porque los fantasmas que enarbolan tan sólo son blancas sábanas en la oscuridad de la noche que se desvanecerán  y caerán  en la nada, al llegar la luz del día. Mejor, no mirarlos; mejor, mucho mejor  ignorarlos. Y si permanecen en el día, aprended a vivir con ellos, pero desde el lado luminoso de la verdad, de la autenticidad.




Ya estamos en el otoño

Queridos hijos, una mala poesía pero con ella rememorar la belleza de esta  estación, nostalgia, paz, armonía, serenidad...


YA  estamos en el Otoño.
Doblan de nuevo las campanas.
Empieza el mes de Ánimas.
Llega un año más el día de los Difuntos...
Y hojas que vuelan
y pájaros que emigran
y tormentas, chaparrones...
                                               recuerdos, nostalgia...
Música, sí, regazo  de agua clara,
latidos cálidos que se escapan
de la lira que es mi alma. 
Y en este mi solitario bosque de felicidad
un puñado de diáfanos paisajes,
nevada colmena que late por las celdillas...
                                               mieles de mi corazón
que se avientan y  tornan ecos
que se funden con el negro...
                                               negrísimo yermo.
Estamos en el Otoño...
En mis ojos, una lágrima...
En mis labios, una palabra...

                                               sólo una:  ¡DIOS!

sábado, 31 de octubre de 2015

Reflexiones sobre la vida

Mis queridos hijos: Hoy, vísperas del Día de  Todos los Santos, os transcribo de una obra, que os dediqué hace unos años y que seguro no habéis tenido tiempo de leer. "Caminamos hacia el mar". Son reflexiones y pensamientos míos por si os sirven algún día.
Hoy os copio algunos sobre lo que yo pienso que es la vida, algo que no  tiene por qué ser coincidente con lo que vosotros penséis, si bien, los años nos van haciendo  cambiar acerca de todo.
 Os quiero muchísimo y lo sabéis.

La vida es un tren que pasa. Si no subimos a tiempo, si lo dejamos ir, nos quedaremos para siempre en la estación de espera. Y el próximo, al único que podremos acceder, será el tren de la muerte

La vida, es una página en blanco que se nos entrega  en el instante mismo de nuestro nacimiento. Hasta el día que somos capaces de pensar y decidir, son los demás los que escriben en  ella, pero llega un momento, que, o cocogemos la pluma y nos convertimos en protagonistas, lo cual nos será, paradójicamente, fuente de gratificación y dolor, o  dejados llevar por la comodidad, aceptemos la letras que los demás sigan imprimiéndonos al ritmo de nuestros pasos. Esta actitud, antes o después nos exigirá estampar una firma de autenticidad que nos podremos ratificar con la consiguiente frustración.

La vida es tan sólo un corto paseo  al atardecer de un bello día. Bueno será volver la vista atrás por si a nuestro paso crecieron espinas. En cuyo caso habrá que regresar, extirparlas y en su lugar sembrar rosas.     

La vida, con el paso de los años, se va transformando en montón de escombros, donde, sin duda, palpitan hermosos retazos de felicidad. nBuscad y veréis  cómo encontraréis el árbol al pie de la ladera, el camino de ayer, buscad y encontrareis palabras que, en ecos, os devolverán la memoria perdida de las cosas, buscad y aparecerá el índice del pasado que os remitirá a la salvación en momentos en los que la luz de vuestra  "casa" se apague y os  quedéis a solas con la silla de anea y el crujir de viejos tejados
                       
La vida es un ir rompiendo moldes con los riesgos que ese proceder entraña, pero sin comparación lo es más el pasar por la vida, corto paseo, sin colaborar a la creación que somos de un Dios que nos dejó una cuenta sin saldar: la de "recrearnos" con nuestras capacidades individuales, con nuestras cotidianidades... con nuestro singular proyecto.  Cuenta pendiente que no hay que olvidar porque, al otro lado, se nos espera con todas las cuentas saldadas.

La vida es una sucesión de cotidianidades, de  pequeños y sencillos problemas que, no obstante, pueden resultar, para algunos seres humanos, que no saben cómo vencerlos, murallas insalvables, feroces monstruos que los amedrentan. Y ahí debéis estar  con la mano tendida. Vosotros, en cada caso, sabréis cómo. No os  reservéis. 

La vida es un camino por recorrer. En él encontraréis  de todo, pero jamás caigáis en la tentación de inmovilizaros   en punto alguno por blanco o negro que sea. Continuad siempre hacia delante sin mirar para atrás porque una luz que se apaga no volverá  a lucir por mucho que os duela. Podréis eso sí, guiado por su rastro, colgar una nueva en el horizonte de vuestros pasos. Y no os perderéis lo sucesivo que siempre será sorprendente, y sobre todo no dejéis  de marcar huellas que sirvan de guía a otros caminantes.


Y no  no se hunde la casa por una gotera, pero hay que “taparla”, mientras no sea incontrolable chaparrón, y cuando lo sea habrá que buscarle un buen “paraguas”, pero no se puede detener la vida: habrá que inventarla, habrá que sacarla de la nada, pero jamás entregar las armas.

                      Y esto bello amanecer de hoy es la vida que empieza y  nos invita a empezar.