MIS TESOROS

MIS TESOROS
ISA, RAMÓN Y BELÉN

domingo, 27 de marzo de 2016

Resucitad día a día

Queridos hijos: aunque esta lectura podáis verla publicada en otros medios, expresamente, la escribí para vosotros

Es inenarrable el sentimiento de emoción que me embarga cada año, cuando amanece el domingo de Resurrección, entre olores de azahar,  alhelíes, lirios..., flores nuevas, en definitiva, tras la fría y larga noche de Viernes Santo. Es algo así como si,  izándome de la tierra,  me elevara  a la búsqueda de un  eterno abrazo con el universo infinito. ¡Qué paz! ¡Que amor! ¡Qué misterio! A veces casi reclamamos, exigimos pruebas a Dios para medio creer en Él, y las hay, sólo que  necesitamos, eso,  elevarnos por encima de lo material para descubrirlas, porque están ahí, rodeando nuestro cuello como abrazo de apasionado amante, y están ahí, tan pegadas a nuestras vidas que ni siquiera las reconocemos.
Sucede que nos cegamos en la inútil espera de  sucesos extraordinarios que podamos interpretar como llovidos del cielo y en respuestas a nuestros divinos desafíos. Todo en torno mío duerme. Es la madrugada del domingo de Resurrección, y una especie de plegaria me escucho en los adentros. Gracias, Dios   por haberme dado capacidad de renacer en los difíciles momentos de mi vida y así poder continuar contemplando  las estrellas, la Osa mayor, aquel “carro” que papá me señalaba en las negras noches del jardín de casa. Gracias por resucitar en mí  cada mañana la capacidad de vivir, amar las mil cosas sencillas que descubro en los días. La vida no es fácil. Las más de las veces, una punzante cuesta arriba que llega a pesar tanto que, en  apasionado desafío, hay que seguir sin abandonar, porque entre otras razones, somos parte de un universo de dolores por el cual nos pertenece pagar nuestra debida cuota.
  De ahí que cada día vayamos muriendo un poco, pero de ahí, sobre todo, que cada día tengamos que beber, sorbo a sorbo, el divino elixir del amor y  la esperanza, y resucitar, como resucita la primavera, como resucitan los pájaros cada año en sus nidos.
Y termino con versos de un querido amigo   R.M. Navarrete: Quiero que existas, Dios / porque si Tú existes en algún lado /  se detendrá el reloj en la hora de siempre /  y daremos de nuevo cuerda al corazón parado.



Y este sencillo video que, con todo esfuerzo y cariño, medio he logrado
https://www.youtube.com/edit?video_id=0IicXg30dv8&video_referrer=watch

jueves, 24 de marzo de 2016

Día del amor fraterno

JUEVES SANTO 24 de marzo de 2016

Queridos hijos: no puedo dejar pasar este día, sin transmitiros mis pensamientos acerca del amor, hoy  gran día de Jueves Santo, Día del amor  fraterno.


   
  Para  vosotros, mis queridos hijos, mi mejor beso y mi mejor rosa

El amor es una delicada flor que hay que abonar, regar, cuidar de las excesivas temperaturas, trasplantar, si fuera preciso y, sobre todo, dejar crecer en libertad. No hay flor que resista los caprichos que un mal día se le puedan ocurrir a un mal jardinero. La flor del amor sólo se alimenta de amor.

“El amor es un vino que sirven las vírgenes del alba, que da fuerza a las almas vigorosas y les permite alcanzar las estrellas”.  Cada día hay que beber de él porque, de lo contrario dejaremos secar la fuente y con ella nuestra vida se tornará desierto intransitable. Por el contrario, el amor hará fértil, muy fértil nuestra tierra. No dejemos de beber de él cada día.

Al nacer se nos  puso en las manos un libro en blanco para que plasmemos  en él la historia de nuestra  existencia. Pero al final, cuando tengamos que entregarlo, sólo se mirarán y serán válidas las páginas escritas con amor.

Cada cosa, una vez; sólo una vez. En nuestras vidas la memoria de las cosas debe tener por nombre, amor.  Y en ello debemos seguir trabajando porque este mundo, los seres humanos, todos precisamos ternura, comprensión, amor… Es la única atmósfera donde podemos subsistir.

Debe ser algo terrible vivir sin amor. No puedo imaginar un mapa genético sin que, en sus cuatro puntos cardinales, aparezca como factor por excelencia, el amor, porque sabernos amados, saber que le importamos a alguien, saber que somos objeto de atención y ternura  es como un constante renacer con increíbles deseos de superar dificultades, y es una especie de trance  por el cual la ilusión toma tales vuelos que en nuestras vidas parece como si se paralizara  el implacable almanaque del tiempo.

Sí, yo necesito el amor de, pero, ¿qué necesitarán los demás? Puede que lo sepa. ¡Sí que lo sé!: Lo mismo, lo mismito que yo. Entonces   no hay margarita que deshojar. Digo, definitivamente, sí al amor que todos necesitamos y que, desde mí, quiero repartir generosamente, como madre, como amiga, como padre, como niña, amante...


jueves, 3 de marzo de 2016

Pensamientos para mis hijos

Mis queridos hijos: como sé el poco tiempo que tenéis, os escribo poco,  pero  hoy os voy a  empezar a insertar  una especie de postales que  voy haciendo con algunos de mis pensamientos. 
Ya sabeis, y no hace falta qu elo repita, cuánto  os quiero.