Hace unos años escribí esta obra que me gustaría le dierais un repaso, y no porque sea misia sino porque en ella encontraréis la verdadera lucha de un ser humano contra las adversidades o, mejor, de frente a ellas y luchando para superarlas.
Un fragmento de la introducción.
Soy la realidad que mejor conozco. ¿Quién,
pues, me prestará mejor ayuda que la que yo misma pueda darme..? Durante años, busqué y encontré ayuda en
confesores, médicos y psicólogos.
.., pero cada uno de nosotros, si se lo propone,
puede ser su mejor amigo, médico, libro, mejor psicólogo. Porque, a veces, puede que busquemos una mano
y sólo encontremos una fría y dura espalda. No obstante, el “bastón” que
con amor y generosidad, nos pueda ofrecer el otro, es muy digno de agradecer, pero sin olvidar que
solos nacimos y solos moriremos.
De nada sirve el llorar, cuando en nuestras
manos está el “pañuelo” que puede enjugar esas lágrimas que, si bien en
ocasiones son necesarias, entregados a su voluptuosidad nos pueden robar
el valor y hasta la voluntad del cambio que precisamos en nuestras vidas.
Vayamos, ya, paso a paso, contemplando juntos,
analizando, buscando y encontrando cómo ser nuestros propios psicólogos,
nuestras más eficaces ayudas en situaciones que, estoy segura, nos serán en su
mayoría comunes, porque... los seres humanos, si bien diferentes en nuestro
linaje, educación, sexo... somos idénticos en la mayoría de sentimientos,
cuando nos sacuden con fuerza las ramas del gigante árbol que somos,
cuyas raíces están soldadas en el bosque de todos: este mundo donde nos
empeñamos en crecer a consta de que alguien nos aúpe.
Parafraseando a Shakespeare, tenemos que concluir:
“El sabio, si bien tiene problemas, dudas, dolores...
no se sienta a contemplarlos y lamentarse de ellos eternamente, el
sabio, una vez que los ha contemplado se pone mano a la obra, bien para
reparar, bien para crear; siempre para seguir caminando”.
Detenerse, sea cual sea la causa, es retroceder y que yo sepa ni los cangrejos andan
hacia atrás .
--- de nada sirve el llorar, cuando en
nuestras manos está el “pañuelo” que puede enjugar esas lágrimas que, si bien
en ocasiones son necesarias, entregados a su voluptuosidad nos pueden
robar el valor y hasta la voluntad del cambio que precisamos en nuestras vidas.
Vayamos, ya, paso a paso, contemplando juntos,
analizando, buscando y encontrando cómo ser nuestros propios psicólogos,
nuestras más eficaces ayudas en situaciones que, estoy segura, nos serán en su
mayoría comunes, porque... Los seres humanos, si bien diferentes en nuestro
linaje, educación, sexo... somos idénticos en la mayoría de sentimientos,
cuando nos sacuden con fuerza las ramas del gigante árbol que somos,
cuyas raíces están entornadas en el bosque de todos: este mundo donde nos
empeñamos en crecer a consta de que alguien nos aúpe.
Y para terminar este capítulo, hermosas
palabras de H. Hesse:
Nuestra alma posee un arte mágico en el que
podemos confiar.
Ella busca el Todo y aspira a llenar toda
laguna, a suplir todo fallo.
Tiende a compensar cada incapacidad con un elevado
rendimiento en otra esfera y arranca los sonidos más delicados, más hondos, más
dulces en la persona más sensible, más débil, más infeliz, para encomiar la
vida, para decir sí.
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Creo que os resultarás ilustrativas las palabras de un gran escritor y amigo ya fallecido, Cristóbal Álvarez en un comentario al Diario Córdoba_
En este nuevo libro,
“SOMOS LO MEJOR QUE TENEMOS”, Isabel Agüera nos recuerda que en lo más
recóndito del ser humano existe un valiosísimo e incalculable tesoro de
posibilidades. Nos cuenta desde la experiencia personal que no hay poder
superior a ese poder que el propio individuo genera, y que todo consiste en
administrar y orientar correctamente las direcciones de nuestro “mundo interior” . Isabel Agüera insiste una
y otra vez en que valemos mucho más de lo que suponemos. Que el ser humano está
dotado de una fuerza tan prodigiosa que escapa a sus propias conjeturas, y que
si conseguimos desentrañarla hasta superar los límites secretos de ese
oculto resorte, habremos aprendido a conocernos, que, según opinaba
don Miguel de Cervantes, es el más difícil de los conocimientos.
Unos versos como
resumen:
Vivir es la ILUSIÓN.
No en la APATÍA / Desterrar de las almas el RENCOR... / Y poner ESPERANZA
y ALEGRÍA / donde una inexplicable felonía / puso ODIO en los sitiales del AMOR