MIS TESOROS

MIS TESOROS
ISA, RAMÓN Y BELÉN

viernes, 28 de abril de 2017

Aniversario !

Como sabéis, queridos hijos, se acerca el veintisiete aniversario del fallecimiento de papá. Sé que no lo olvidáis, como no lo olvido yo, pero  os recuerdo una de las poesías que le dediqué en  aquel  librito titulado, "Te recuerdo"


Aquí sigo,
bajo esta enramada de sueños
que entre los dos tejimos.

Se hicieron grandes los álamos
y sus largas sombras
ya cubren generosas el asfalto.

También crecieron las fuentes,
y sus chorros son juegos 
en algarabía de chiquillos.

Y siguen los pólenes en el aire
cada primavera,
y siguen piando gorriones
en el silencio sagrado
de este hermoso lugar,
y sigue fresca la sombra
de  nuestro café en los veranos...

Aquí sigo,
de tu mano en los instantes,
lazarillo que me llevas,
lazarillo que me traes,
amigo fiel que me aceptas,
que me quieres,
que me ayudas...
sin esperar nada,
sin reproches

Se me secaron las lágrimas
y aquí sigo: me queda, y me pesa mucho.  el alma.


sábado, 22 de abril de 2017

Día delLibro con mis hijos



Queridos hijos: con esta fotografía de algún  tiempo con mi Amalia, 
quiero deciros todo lo mejor que puedo lo importante que son los libros. 
Mañana, día 23, Día del Libro, un gran día para todos 
pero en especial para vuestra madre que dedicó su vida a los libros. 
Os quiero mucho y os deseo no dejéis pasar un día 
sin leer algo, lo que sea, pero leed. 

domingo, 16 de abril de 2017

Carta a mis hijos en el Domingo de Resurrección

¡Ojala la paloma de la paz, justicia y el amor  
llegara este día a todos lo rincones del mundo!   

Sí, hijos, que cada día me acompañáis con palabras  alentadoras, hoy, cuando  la Semana  Santa empieza  a pasar página,  dejando ecos  de Pasos, saetas, inciensos, hoy, domingo de Resurrección, quiero dedicaros la reflexión que  me brota, fluida  e imparable, al recordaros  y recordad cuánta emoción me produce cada año la celebración de este día que  hoy, entre cielo rosado,  piar de gorriones nuevos, silencio de una Avenida en calma total, me trae memoria más intensa que la imagen o el timbre de miles de voces. Son mensajes profundos que sólo yo conozco y que me provocan incontrolables deseos  de elevarme de esta “playa” a la búsqueda de un eterno abrazo con el universo.
¡Qué paz! ¡Qué amor! ¡Qué misterio! Una leve caricia noto correr por mis mejillas... ¿lagrimas? Pueden ser, pero esta vez de emoción por haber tenido fuerzas para superar momentos difíciles. También  de alegría por estar aquí con todos vosotros, mis amigos, con la luna que también se despide,  con potentes  recuerdos, celebrando esta maravilla que somos, cuando definitivamente nos sentimos resurgir como criaturas nuevas, tras cada noche de lúgubres pesadillas, tras cada evento que nos sumerge en dolor y apatía.
¡Qué felicidad mirar al cielo y comprobar que siguen los astros, y que la Osa Mayor permanece inmutable, juguete eterno de mis sueños. También yo sigo existiendo y saboreo con placer mi constante resurrección, mi decidido esfuerzo de levantar la loza de tan múltiples sepulcros como a veces tratan de ahogar las ilusiones de mi alma. Pero lo importante es la paz que conduce mi barca por las aguas tranquilas  donde la fe amansa tempestades y resucita muertos. 
Queridos hijos, asistid conmigo a este maravilloso parto de la vida. Allí donde estéis mirad al cielo, levantaos, caminad,  dejando atrás  los despojos muertos que yacen en nuestro interior;  es domingo de resurrección- El ayer ya no es hoy, y  hoy, nada más abrir los ojos, tuve miedo de haberos perdido, pero no: seguís ahí, trabajando, luchando, viviendo...
Haciendo caminos y rompiendo silencios. Algo me guía por los azules vientos.



miércoles, 12 de abril de 2017

Cuento en el Día del Amor Fraterno

 Queridos hijos: ¡qran día el de hoy para los católicos! ¡Día del amor fraterno! Aunque en principio, os parezca que me alejo del día con mi cuento de hoy, no es así. Se trata de que hagamos una sencilla reflexión acerca del amor fraterno. Cuento escrito al hilo de una realidad conocida en primera persona.


DEL GIGANTE Y LOS ENANOS
Había una vez un hombre tan   poderoso y de tan grandes cargos que todos los demás hombres a su lado parecían enanos, por lo que dieron en llamarle gigante. Y el hombre   poderoso, sin proponérselo, hablaba y pensaba, a causa de su estatura y poder, como si de verdad fuese un gigante. Los amigos y conocidos, cuando lo encontraban, corrían de él gritando: ¡que  viene el gigante. Otras veces, obligados a permanecer en su presencia, repetían trémulos y humildes: lo que tú digas. Como tú mandes; somos tus enanos servidores. Y le hacían reverencias, le cedían sitio, lo obsequiaban...
Pero el hombre, tenido por gigante, que era sabio y justo, se dijo: no está bien  que seres humanos como yo. hermanos todos, se llamen así mismos enanos, me teman, me sirvan y me tengan por gigante. Buscaré un remedio para que dejen de sentirse pequeños y me tengan por amigo.
Y el hombre tenido por gigante encontró una especie de coraza que, cubriendo su cuerpo, e invisible para los demás, parecía disminuir su estatura ante la presencia de los demás. Pero sucedió que los hombres enanos, al verlo y compararlo con ellos, lo veían tan igual que empezaron a perderle el miedo y sobre todo el respeto. Un día, uno de ellos gritó: ¡el gigante es enano como nosotros!
A partir de entonces, cuando el hombre tenido por gigante iba por la calle,     los enanos, que pasaban junto a él, le llamaban tonto, se burlaban de su pequeñez y hasta le escupían en el rostro  Así, cuando el hombre gigante descubrió la maldad e ignorancia de aquellos hombres, quitándose la coraza, la arrojó al mar exclamando: ¡prosigamos cómo somos: gigantes y enanos.   


Mi moraleja es la siguiente: A veces  se abusa de la sencillez y humanidad de la gente que siendo grande, se aúna  con los “pequeños” y trata de amarlos y dar la misma estatura.

Algo que saber

Queridos hijos: muchas veces, lo sabéis, me suelen decir que no aparento la edad que tengo, que no cambio, que estoy igual que siempre. Bueno, a propósito, os transcribo este  breve párrafo de una de mis artículos a mayores:

Más que por los años, nos hacemos viejos, a medida que la soledad y el olvido siegan ilusiones y nos remiten a los nostálgicos recuerdos de lo que fuimos y tuvimos. 

Recordad, pues, queridos hijos, que, por lo general, los mayores, los viejos  no los hacen tanto los años como podemos hacerlos nosotros. Os quiero y mucho.
Y como estamos en primavera, esta  bonita foto de un arbusto que hace dos días estaba, aparentemente, seco, algo que no puede suceder en la vida pero hay que no olvidar que la savia no nos abandona.